Cursa Bombers by Anna

Me dirijo a mi cajón de salida. Por casualidad, me encuentro con Raquel y Vanessa. Estoy un par de minutos de cháchara con ellas y luego sigo hacia mi cajón. Una vez dentro, hago estiramientos. Me cazan en una foto. Reyes la ha encontrado y la manda al grupo de whatsapp. Gracias Reyes!

Antes de la salida, hacemos un minuto de silencio. Nuestro amigo Joan estuvo en Boston y vivió aquella tragedia en primera persona. Me pongo un lazo negro en la manga izquierda de mi camiseta como muestra de solidaridad y repulsa por este y cualquier otro atentado. Desde el cajón veo a Jandro y a Ferran entre el público. Ellos también me ven. Me hacen un par de fotos. Gracias cracks!

Tras el minuto, el pistoletazo de salida y a correr. Justo en ese momento coincido con Joan y Elena. Me dicen que su objetivo es sub-55. Que si quiero ir con ellos. En otra ocasión habría ido encantada pero sé que no estoy preparada para ese ritmo así que los pierdo nada más salir y yo voy a lo mío, chino-chano, sin estresarme e intentando guardar fuerzas para no tener que parar. Esto para mí es un entreno así que avanzo con esa filosofía. En el primer kilómetro noto unas pequeñas molestias en la rodilla. Por suerte, antes de llegar al segundo kilómetro se me han ido. En este primer tramo voy pensando que necesito con urgencia cambiar de bambas. Mis actuales saucony son de diciembre 2012 así que ya toca. No pasará de esta semana. 

Antes de enfilar el paralelo, la noveda de este año. Un camión de los bomberos justo al principio de Paralelo. Y lo mejor, dos bomberos dignos de ver sobre el camión, que no para de pitar y animarnos. No se me ocurre mejor motivación para correr!!!

Enfilo el Paralelo. Aquí, me acuerdo de los kilómetros finales que hice con Xavi V. y lo largo que se le hicieron tras llevar ya en sus piernas de más de 35km. Y la sensación de felicidad al llegar al final. En mi caso, la felicidad viene cuando llego al final del Paralelo, que coincide con el kilómetro 3. En la curva para encarar Floridablanca casi casi voy caminando porque dada la cantidad de gente que somos es imposible correr. En este punto, recuerdo la cursa del Corteinglés de hace dos semanas y pienso en las fotos que nos hicimos con Gemma. Todo esto me mantiene distraída mientras corro. Casi sin darme cuenta, llego al giro de la calle Urgell que ya envila la Gran Vía. Aquí cojo agua, el primero de los dos avituallamientos de la carrera. Tengo calor así que me tiro agua por encima. La Gran Vía se me hace un pelín larga y pesada. Parece que no se acaba nunca. Por fin, el giro de Marina para coger Ausías March. Aquí la gente recorta muchísimo. Yo no, sigo por el camino trazado. Esta vez, pienso en Iñaki y lo que les diría a todos esos recortadores. Paso por la alfombra de los 7’5km y pienso que ya me queda menos.

En Ausias March estoy pendiente por si veo a los padres y el hermano de Gemma con su mujer e hija. Me ven ellos primero y me animan. Cómo se agraden los ánimos!!! David, el hermano de Gemma, me saca una foto. 

 
Desde este punto hasta el final me dejo llevar. No tengo fondo ni entreno para hacer mucho más así que sigo con el mismo objetivo incial, acabarla sin sufrir demasiado y sin parar. La imagen al principio de la Vía Layetana es espectaular. Una masa de corredores dirigiéndose hacia la meta. Al final de la Vía Layetana veo a Ani, estratégicamente situada en la curva final. Apreto los dientes y esprinto todo lo que puedo. Llego a meta. Mi reloj marca 1:01:34. No es un gran tiempo, lo sé. Pero estoy satisfecha. Sin entrenos no hay resultados. Tengo mucho margen de maniobra por delante y, lo mejor, hoy he tenido de nuevo ganas de volver al mundo del running.

La próxima carrera, la Nocturna de l’Hopistalet el próximo sábado, a la que estamos apuntados unos cuantos sedentarios… pero por la fideuá que dan!!!!

Anna
El equipo de sedentarios