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Cursa de la Mercè 2013

Mi estreno en la Mercè

Hasta ahora no me había planteado esta carrera, por la masificación y por la fecha: aún con calor y tras entrenos pobres pero este año viene recomendada, por la buena organización, por el recorrido y por la camiseta chula. Así que me sumo al grupo de sedentarios. Casi todos inscritos menos los que quieren el más difícil todavía y se apuntan a la Matagalls.

Sí, ya podéis reír… el whatsapp empieza a sacar humo cuando a través de las redes sociales publican fotos de la chula camiseta… Xavi lo clava: el diseño ha salido del Word… Pensaremos que es una de las carreras más baratitas y aparcaremos el tema.

Día D-2: día escogido por casi todos para recoger el dorsal. Bien organizado y doy ahora, una vez más, las gracias al jovencito que me recomienda una talla más grande porque ha oído que son muy cortas.
Día D: quedamos junto a la fuente de Montjuic, lado sedentario.  Alguno de los inscritos falla, por motivos diversos, pero casi cuesta encuadrarnos en la foto.

Los sedentarios en La Mercè

El calentamiento, para los cuatro que lo hacemos, es breve. Amenaza lluvia, pero desgraciadamente la carrera va a transcurrir en seco, eso sí, con una humedad del 200% (o eso parece). Hubiera preferido que la salida fuera a las 9, ya no viene de media hora y un grado menos se nota.
Vamos a los cajones asignados, que además van a tener diferente salida. En el 3 estamos Iñaki, Jandro, Manel y yo. Jandro tiene dorsal verde, cajón 2, pero aún no ha recuperado su nivel de forma y se ofrece a acompañarme. Yo encantada y voy pensando «voy con el número 70 del challenge 10k». ¿Objetivo? Por debajo de 50′

Los del cajón 3

Cuenta atrás y salida.

Salida (foto JJ Vico)

Pierdo de vista a Iñaki y Manel nada más girar Paral·lel. Nosotros vamos más tranquilos, aún así empezamos más fuertecito de lo que me gusta, pero en parte hay que aprovechar la ligera bajada. Al cabo de nada nos adelantan más y más corredores… lo comentamos: parece que la salida que calculábamos unos 5 minutos posterior a la nuestra ha sido casi inmediata. Eso es lo que ocurre cuando dan diferentes tiempos de corte a hombres y mujeres, que me mezclan a mí con corredores rápidos.
Corro bastante cómoda pero con calor. Ir con Jandro es sencillísimo, se adapta muy bien, podría decir que es casi como si no estuviera, en el mejor sentido posible.

Consulto el Garmin, y Jandro me dice que voy bien. Efectivamente, por debajo de 5. Me preocupa cómo se siente. Casi no ha entrenado y cuando lo ha hecho, algo más lento. Hemos quedado que cada uno a su ritmo, y confío que si siente molestia, me deje. Lo mismo haré yo, aunque pelearé.
Vamos a ritmo bastante constante, el primer km por debajo de 4:40 (por la estampida inicial y la ya mencionada bajadita) pero del 2 al 4 vamos a 4:50. El siguiente toca apurar un poco: llegamos a Pg. de Sant Joan, de bajada. Vamos apretaditos y además el público se ha animado a salir de sus casas. Voy con cuidado de no tropezar. Recortamos unos cuantos segundos: a 4:30. Cogemos agua, pasamos por Arc de Triomf y nos adentramos en la gris Ronda de Sant Pere, que se me atraganta. Me pesan las piernas, me pesan los edificios a lado y lado pero mi compañero tira de mí y corro con la cabeza. Quizá no me habría ido mal un gel para este momento. Salimos de allí y me dice que siga, que si puede me alcanza más tarde. Ya no me fijo dónde estamos, solo pienso en no decaer y en que no me adelanten muchos. Pasa alguno muy fresco, ¿se incorpora ahora?, ¿se dopa?, ¿se ha dosificado mejor?, ¡qué envidia me dan muchos tíos! Y yo… ¿de menos a más?, ¿progresión? Ni lo sueñes. Este verano he intentado insertar alguna serie larga en los entrenamientos, pero hoy la conexión nerviosa cerebro-pierna se ha cortado. Acabo constante a 4:45 excepto los últimos 200 metros, en los que consigo bajar de 4.

Miro hacia atrás, para ver si llega: nada. Miro hacia delante, para ver a mis otras liebres: nada. Voy a coger bebida y de vuelta sigo buscando caras conocidas: nada. Ni Joan, que ha debido llegar pisándome los talones, con mejor tiempo, ni Elena, ni Anna, ni Salvador. Empieza a chispear. Voy directa al metro. No puedo entretenerme porque he quedado en casa a las 11:15. Así que ni coincido con Esther ni conozco a su niña.

La zona de llegada a tope

El cuarteto verde

Alejandro en la exposicion de la NBA que habia al lado

Con la aficion

Algún sedentario con muy buen tiempo. En general, un grupo muy digno. Lástima que tan buen recorrido sea al inicio de temporada.

Los tiempos del grupo

Reyes
El equipo de sedentarios