Nou Barris, carrera popular incluída en el Challenge 10k.
¿Qué quiere decir eso? Pues supongo que está bien organizada y que va algún atleta bueno. Veremos…
El viernes voy a buscar el dorsal (y la bolsa con regalitos). Pago 14 min de parking de centro comercial. Nunca había pagado tan poco. La «carpa» estaba fácil de encontrar, la cola era corta y los voluntarios (voluntarias en ese momento) de lo más eficientes. Por cierto éstas y las del guardabolsas de lo más simpáticas, ¡gracias!.
Ya en casa inspecciono el contenido de la bolsa marrón de papel (¿coincidencia o preocupados por que sólo queden bolsas de plástico en el planeta una vez la Humanidad haya desaparecido?). La camiseta me gusta mucho más que en ediciones anteriores en las que había participado… hace un par de años ya. Un detalle el parking gratuito, aunque algunos optemos por TMB, y el poder disfrutar de la piscina de Can Dragó después de la carrera, que tampoco aprovecharé… ¿el próximo año?
Sábado: Ajusto la lista del iPod para incluir un par de canciones de Xavinho.
Domingo: Desayuno reglamentario, no voy a repetirlo porque resulto cansina. Un cielo gris plomo amenaza chaparrón, así que cojo el chip de las zapatillas sedentarias y lo pongo en otras que no están tan nuevitas. A la salida del metro, además de un sol radiante, se empieza a ver algún corredor que se dirige hacia la salida, lo cual me viene fenomenal porque no conozco la zona. Parece que los accesos al centro comercial están libres, no se forman atascos y la Urbana ha hecho un buen trabajo. Dejo la bolsa sin novedad, sin agua, que me la he olvidado en casa, y sin colas. Me acerco al vestuario femenino donde apenas hay cola para los lavabos (apenas en este caso es sinónimo de una persona). Están más limpios que en el palacio de Barbie, ¡otro punto a favor!
En Andreu Nin y Pintor Alsamora hay una marea de camisetas rojas: están todos calentando. Faltan 20 minutos para la salida y me pongo a ello… sin olvidar los estiramientos. 10 minutos más tarde ya estoy tras el arco de la salida, sin adelantarme demasiado para no ser arrollada por la troupe entusiasta. Mientras por los altavoces informan de cuánto queda para la hora fijada pienso en la estrategia de carrera (¡qué profesional suena!): empezar a 5′ y últimos 2 o 3 km bajar a lo que se pueda, en teoría hasta 4’20»- 4’30», según resultados de los tests en ex-RW.
Y allá vamos. Empiezo con lío en el Garmin porque aún no lo manejo bien y no llevo la vista que me interesa (eso me pasa por haber estado jugando el día anterior). Veo qué hora es, muy interesante, pero no a qué ritmo voy. Paso por el km 1 en 5’12» (veo el last lap); algo más despacio de lo que tenía pensado pero no me preocupa porque voy cómoda, además ya hemos tenido la primera subidita. 12 segundos se recuperan fácilmente.
Esta parte del recorrido es muy propicia para recortes y obvia decir, que son muchos los que lo aprovechan. Digno de mención es el giro de 180 justo antes del km 5. En el momento en que paso yo somos sólo dos los que seguimos el trazado: me acompaña un corredor con camiseta roja del DIR. El paso por el 5 km es por encima de 25′, pero si no hay novedades seguro que bajo de 50′. Con suerte bajo de 49′.
Llevo idea de beber en el avituallamiento… ¡mala idea! El avituallamiento es muy insuficiente, corto, sólo a la derecha e incómodo: veo un voluntario que alarga vasos. Pues nada, ya beberemos otro día. Suerte de los tramos con sombra. Y los organizadores que por favor intenten mejorar esto.
Hace ya un rato me he atrevido a tocar el bisel porque no había riesgo de parar el tiempo, y recupero la vista que me interesa: ya sé lo rápida o lenta que voy. Ahora vienen ligeras bajadas, así que es el momento de recortar segundos al crono. Alargo zancada (jiji, lo que dan mis piernas) y adelanto a los que han forzado demasiado. Intento coger un corredor de referencia, copiando a Iñaki, a ver si a mí también me es útil. Voy a unos cuatro metros de él. No se me escapa, pero tampoco me acerco. Y así un rato, hasta que recorta, porque volvemos a tener dos bonitos giros a izquierda y mi referencia me ha salido rana.
Pasado el km 7 volvemos a pasar por el parque de bomberos, que ahora animan como nadie; además han sacado una manguera y van duchando a los que quieran remojarse. Pues allá voy, poquito, pero lo necesito.
Faltan dos kms, es el momento de apretar… Lo intento; mi cabeza dice venga, y mis piernas dicen que tu tía. Ni en broma me acerco a los 4’20». Último esfuerzo por el parque y estadio (¡menudo susto la entrada… no eran escaleras sino una rampa!). Paso por el arco de meta en 48’47», mejorando algo L’H… aunque no mejoro los puntos de la liga porque hoy ha corrido Hasna.
Reparto de aguas, naranja y un montón de flyers.
Recuperación en el césped, en medio de la pista de atletismo. Otro acierto de la carrera.
De vuelta al metro me cruzo con docenas de participantes de la Caminada, y es que no todo el mundo corre 🙂
Reyes
El equipo de sedentarios