Cuando otros sedentaris se dedicaban a menesteres más multitudinarios, yo me inscribí el la cursa del capó, la dels nassos de Castelldefels, que es la mas antígua del Baix Llobregat.
29 ediciones, y un recorrido de 3,2 kms. Para el año que viene se anuncian cambios, aprovechando el trigésimo aniversario.
Fue mi tercera participación consecutiva. Es la del barrio, y bueno, has de colaborar.
Seguía mi coincidencia con los números curiosos de este final de año: dorsal 234 y tiempo final 16′ 16″.
Fueron bastantes integrantes del recién creado COR (Castelldefels Running Club), en la foto varios de ellos.
La anécdota es que durante la mayor parte de la carrera, me fui alternando con un señor bastante mayor y muy delgado. En las bajadas, yo alargaba la zancada y lo pasaba. En las subidas era al revés y él me superaba. Como la llegada era en subida, pués ya os lo podéis imaginar, me pasó y no pude aguantar su ritmo, y llegamos a meta en un pañuelo, aunque él delante por unos pocos segundos. En la meta me habla, y me dice que hemos ido toda la carrera juntos, y que al final me ha ganado. Le digo que sí, que me he dado perfectamente cuenta, y va y me suelta, «pero es que yo tengo 72 años«. Suerte que ahí estuve ágil de reflejos, y yo le dije: «yo estoy muy bien cuidado, pero tengo 73«, además estamos en otra categoría, yo estoy en la de los que comemos. Esto último es broma, pero lo primero se lo dije. Luego subió a recoger el premio al que había terminado de mayor edad.
Seguía mi coincidencia con los números curiosos de este final de año: dorsal 234 y tiempo final 16′ 16″.
Fueron bastantes integrantes del recién creado COR (Castelldefels Running Club), en la foto varios de ellos.
La anécdota es que durante la mayor parte de la carrera, me fui alternando con un señor bastante mayor y muy delgado. En las bajadas, yo alargaba la zancada y lo pasaba. En las subidas era al revés y él me superaba. Como la llegada era en subida, pués ya os lo podéis imaginar, me pasó y no pude aguantar su ritmo, y llegamos a meta en un pañuelo, aunque él delante por unos pocos segundos. En la meta me habla, y me dice que hemos ido toda la carrera juntos, y que al final me ha ganado. Le digo que sí, que me he dado perfectamente cuenta, y va y me suelta, «pero es que yo tengo 72 años«. Suerte que ahí estuve ágil de reflejos, y yo le dije: «yo estoy muy bien cuidado, pero tengo 73«, además estamos en otra categoría, yo estoy en la de los que comemos. Esto último es broma, pero lo primero se lo dije. Luego subió a recoger el premio al que había terminado de mayor edad.
Es que esto de correr, si empiezas de joven, siempre queda fuelle para más adelante. Seguro que todos estos sedentaris jóvenes, vaís a acumular premios a la permanencia, más adelante.
Salvador
El equipo de sedentarios